Ganadores del primer Concurso de Calaveritas Literarias para Guionistas
Con motivo de la celebración mexicana del Día de Muertos, Filmadores llevó a cabo el primer Concurso de Calaveritas Literarias para Guionistas. El festejo reunió a la comunidad de escritores cinematográficos, quienes pusieron en práctica su talento y desarrollaron interesantes composiciones.
El Jurado de este Concurso deliberó entregar el premio a los tres primeros lugares de acuerdo con las bases de la convocatoria emitida anteriormente.
Nos complace presentarles las obras ganadoras del primer Concurso de Calaveritas Literarias para Guionistas.
Primer Lugar
Raúl Hernández
En plena función de cine
Se apareció la Calaca
– ¿Qué chingados quieres, Flaca?
– Pues ustedes adivinen.
Nos pusimos a pensar
Pero no hallamos respuesta
– Vengo a llevarme esta muestra
de cine experimental.
Nadie opuso resistencia
Y entre todos le ayudamos.
– Llévatela y te pagamos,
más que muestra es penitencia.
No sé, ¿hicimos bien o mal?
Tal vez fue sólo un impulso
Pero hasta el final, incluso,
Le di agenda nacional.
Segundo Lugar
Alejandra Olmos
La ofrenda ya quedó lista:
Pan de muerto y veladoras.
Y es que en tan sólo una horas
Vendrán algunas visitas.
Espero a los dos hermanos,
Traerán el cinematógrafo.
Seguro obtendré su autógrafo
Y podré estrechar sus manos.
También están confirmados
Hitchcock, Chaplin y Méliès
(¡Oh!… ¿Qué rima con Méliès?),
Mis directores amados.
¿Qué es eso?… Alguien se acerca
Tal vez es uno de ellos
Sólo logro ver destellos
Tendré la mirada atenta.
¡No lo creo, es la Muerte!
“Vengo por ti, ya te esperan.
Te llevaré a la otra esfera,
Todos ellos quieren verte.”
Pensaba ser anfitriona,
Las cosas fueron cambiadas.
Terminé siendo invitada
Y así concluye esta historia.
Tercer Lugar
Samuel Cortés
Vine al cine con la Muerte
Después de haberla invocado
“Ven y siéntate a mi lado,
Para que entiendas mi suerte”.
La película empezó
Y también el cuchicheo
“Hablo y mis mensajes leo”,
el wey de enfrente pensó.
Y así lo hizo el cabrón
Sin importarle un comino.
¿Para qué carajos vino
Si no va a ver la función?
Pero hice como si nada
Y seguí con la película
Que también era ridícula
Pero no me desagrada.
Después, en algún momento,
Se escuchó un fuerte gemido
Era el ya clásico ruido
De un profundo tocamiento.
Lo peor del asunto fue
Coincidió con el silencio
De un momento muy muy tenso
Y arruinó la cinta, pues.
Voces, dedos y patadas
Esto pasa cada finde
Y la gente no se rinde
¿Qué no ven que son mamadas?
La Parca explotó de ira
Y se paró encabronada
“¡Se me van a la chingada!
Me los llevo a la ‘otra vida’”
“¡Ya! ¡Ya siéntese, señora!
Déjenos ver la película”
Ella apretó la mandíbula
Y se esfumó sin demora.
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