EL PITCH IDEAL, Una guía para vender tu proyecto con estilo

EL PITCH IDEAL
Una guía para vender tu proyecto con estilo

Convencer, gustar, emocionar, vender. Éstos son algunos de los objetivos que pueden enmarcarse dentro de un pitch, esa herramienta que tantos guionistas, directores o productores han utilizado a lo largo de los años para cerrar acuerdos y que sus proyectos recibieran luz verde por parte de decision makers. El pitching tiene su origen en Hollywood cuando los ejecutivos de los estudios tenían cada vez menos tiempo y necesitaban oír las propuestas de directores y guionistas en un abrir y cerrar de ojos. Nace de allí el concepto de The Elevator Pitch, que consiste en un discurso de 60 segundos para lograr un interés y llegar a concertar una reunión para conversar mejor sobre el proyecto.

El Pitch es una herramienta de venta de una idea o proyecto de película con una duración media de entre 7 y 10 minutos, cuyo objetivo es despertar curiosidad en la audiencia hacia la idea o proyecto en cuestión. Se trata de atrapar al oyente con una argumentación y puntos de interés que le hagan querer saber más. Debe ser especialmente sugestivo, directo y ordenado para dar una imagen clara acerca de lo que estás hablando y lo qué quieres hacer. Un pitch no es simplemente contar de qué va tu película o describir escenas. El pitch debe mantener al espectador atento a lo que dices, usar referencias, material audiovisual, comparaciones, anécdotas y emplear una eficaz comunicación corporal.

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Hay que tener en cuenta que el Pitch es escrito, oral, corporal y también tiene algo de espectáculo. Por escrito nos referimos al esquema y estructura del Pitch; por oral, a cómo lo dices (TIP: practica muchas veces y en voz alta; así, automáticamente, lo irás reescribiendo y mejorarás la sintaxis). En cuanto a lo corporal, debes tener en cuenta la posición de tu cuerpo, el tono de voz y la gesticulación a la hora de dar el pitch. Y cuando decimos “espectáculo” nos referimos a la imagen general, desde el soporte visual preparado hasta la vestimenta: no significa llevarlo a un lado ejecutivo muy over-the-top, sino de utilizar algo con lo que te sientas cómodo y tenga sentido con lo que vendes (evita utilizar camisetas con logos o palabras escritas, en esos momentos necesitas que solamente presten atención a lo que dices).

Es muy importante además conocer al estudio o empresas frente a quienes realizarás el Pitch, haz una investigación de lo que han producido anteriormente o de lo que están interesados en desarrollar actualmente, y ten claro por qué tu proyecto podría ser ideal para ellos.

Teniendo en cuenta que hay tantos formatos de pitch como puedan imaginarse, ya sean de noventa segundos o siete minutos, ante una persona o veinte, hay que saber adaptarse a la situación. Indistintamente, existen unas bases con las que trabajar. Todo pitch tiene unos patrones estructurales que, dependiendo del tiempo concedido, pueden alargarse o acortarse a voluntad.

1. Introducción

Información personal.

Es importante empezar presentándose a uno mismo, brevemente, para que el oyente tenga una noción de quién es la persona que les está hablando y para establecer un punto emocional, imprescindible en todo buen pitch. Luego es el momento de exponer el currículum: hay que ser selectivo, puesto que no debe ser largo ni contraproducente, es mejor limitarlo a la información imprescindible y dejar tiempo para lo demás.

¿Cómo diste con la idea?

Este punto es el enlace entre el proyecto y tú. Aunque parezca poco importante, es relevante que el cliente vea ese vinculo (que se terminará de potenciar con la conclusión). Lo que se debe hacer es responder a la pregunta formulada, si se trata de una historia real o una leyenda urbana, si lo leíste en una revista o es una adaptación de algún relato, etc.

2. Contenido

Logline.

En una frase debes situar al oyente en tu historia, clarificar el conflicto dramático y descubrir a tu protagonista. Expuesto de este modo parece algo difícil; sin embargo, sólo lo será si aún no tienes una idea patente de tu proyecto. Para poder hacer un buen posicionamiento debes tener en mente el ADN de tu trabajo. Una plantilla que puede ser útil para hacer tu logline sería algo parecido a esto:

“Mi historia es un (género) llamada (título) en la que (protagonista) quiere (objetivo) a pesar de (obstáculo)”

Breve resumen.

Dependiendo del tiempo que tengas, puedes o no llevar a cabo este punto, con el Logline tus oyentes ya tienen una idea clara de tu proyecto; aunque, si tienes tiempo de contar tu historia, hazlo. Cuenta sólo lo esencial, es recomendable no contar la historia al completo para crear algo de suspense. Tu resumen debe contener:

• Breve presentación de tu protagonista (si existe algún personaje muy conocido similar al tuyo, mencionarlo puede dar una mejor descripción y ayudará a que se entienda mejor a lo que te refieres).
• Oportunidad que se le presenta a tu protagonista y sus consecuencias inmediatas.
• Conflicto que dificulta el logro de dichos objetivos.

3. Conclusión

Llegamos a la culminación de tu pitch. Debes responderte a ti mismo estas preguntas: ¿por qué esta historia y no otra?, ¿por qué invertir tanto tiempo en esta historia?. No olvides mencionar los puntos que hacen diferente a tu relato de cualquier otro. Mucha gente olvida responder a esa pregunta, pero es primordial para que el cliente decida comprar tu historia. Lo que realmente estás respondiendo es por qué deben invertir en esta historia y no en otra. Si logras una respuesta adecuada tu pitch será un éxito.

Hoy en día, gracias al avance de la tecnología, han aparecido nuevas formas de pitching, como es el videopitch. Una solución muy útil en caso de que se quiera llegar a múltiples espectadores. Actualmente en el mercado online de Filmarket Hub, que conecta proyectos con productoras, puedes servirte del videopitch para convencer a productores de que tu proyecto es el próximo que tienen que llevar adelante. Y es que tarde o temprano, toda persona que quiera sacar adelante un proyecto tiene que recurrir al pitching.

Por Filmarket Hub

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