Las peripecias de un guionista novato

por Film19

Las peripecias de un guionista novato

Hace mucho, mucho tiempo en una alcaldía muy lejana… me decidí a ser escritor, había pasado mi existencia en trabajos de poca monta que apenas me daban para vivir, morir de hambre no era un pretexto. Sin embargo, siempre he sido heterodoxo, es decir, soy la clase de sujeto que depende mucho del azar para lograr sus metas.

Y digamos que si la vida fuera un juego de dados mis tiradas no serían espectaculares.

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Al principio soñé con estudiar cine, por desgracia los costos no estaban a mi alcance. Al final entré a una universidad que ofrecía la extraña e innovadora carrera de creación literaria. Por fin estaba en mi elemento y una de las materias que más me interesó fue la de guion, aprendí un poco sobre guion cinematográfico e incluso un poco de guion radiofónico.

La vida transcurrió sin más. Así que una licenciatura concluida, una tesis pendiente y una búsqueda de empleo más adelante… Ocurrió mi primera buena tirada.

Cabe aclarar que cumplo con el cliché de escritor introvertido, de esos que salen muy poco. Así que un día raro, en una tarde rara, decidí ir a la fiesta de cumpleaños de una gran amiga, llegué temprano, aunque eso no fue malo, el otro invitado que estaba ahí era un productor de televisión.

Platiqué un poco con él y por alguna razón me tomó confianza. Al parecer le agradó conocer a una especie de escritor, por eso me pidió unas cosas llamadas storylines (en ese tiempo no sabía bien a bien que era eso), él me dio la idea básica para escribirlos.  Semanas después, yo acostumbrado a que pidieran muchas hojas repletas de texto, me sentí extraño al entregar solo dos cuartillas, así que todo quedó ahí.

Todo quedó en pausa.

Pasaron los meses, me había olvidado de esa experiencia en el mundo audiovisual, hasta que un contador me llamó para ¿pagarme?

Por supuesto, recibí con gusto la noticia.  Había aprendido una lección importante: la paciencia en el mundo de la escritura es indispensable.

No sabía si mis storylines se desarrollarían, hasta el día de hoy sigo con la duda, pero quería saber más de ese mundo, saber si alguien como yo podría ser guionista y había dado el primer paso. La primera tirada había sido buena, sin embargo comencé a instruirme con manuales y cursos para mejorar.

Tal vez tendría otra oportunidad, quizá mi suerte podría cambiar, además se volvió una necesidad ser guionista, esa inquietud no me dejaba en paz, era extraño, era un cosquilleo incapaz de detenerse.

Por supuesto, después de varios tropiezos, la primera gran oportunidad llegó… Aunque eso es material para otra historia.

Por: José C. Sánchez

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