Las historias que escribes junto al público
“Kalimán. Caballero con los hombres, galante con las mujeres…”
Es la frase que mejor recuerda mi mamá de su infancia. Ella se recuerda sentada, frente al radio, abstraída de todo y de todos. Escuchando únicamente voces y sonidos que la transportaban a mundos fantásticos en donde el bien siempre ganaba.
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Estamos hablando de la radionovela creada en 1963 por Victor Fox, para la radio mexicana. Una radionovela que se ha quedado grabada en muchos corazones mexicanos y que da muestra del increíble poder que tiene el audio como vehículo de las historias.
Y es aquí en donde me gustaría detenerme. Para mí existe algo de magia en todo esto. Un medio que requiriera de la participación activa del público. Que requiriera que fueran ellos los que se imaginaran a los personajes, los escenarios, los paisajes. Y es esta participación activa lo que verdaderamente causa una inmersión completa.
Ahora, como una suerte de espejo a los años mozos de mi madre, cuento mi historia con el audiojuego Papa Sangre 2. Abrí mi celular, me puse mis audífonos, cerré los ojos y lancé la aplicación. “PapaSangre y el museo de la memoria. Interpretado por ti. Tú estás muerto”. Las primeras palabras que, al igual que a muchos mexicanos que escucharon Kalimán por primera vez, me transportaron a una dimensión fantástica. Ahora me encontraba en el inframundo, tratando de escapar de nuevo al mundo de los vivos.
Me maravilló que tomaran el concepto de la participación activa como en las radionovelas, lo subieran de nivel al convertirte a ti en el centro de la historia, y le agregaran la capa de la jugabilidad. Este juego, que publicitaban con la frase de “Powered by your imagination” (impulsado por tu imaginación), te lleva a imaginarte a las alimañas tan terribles como quieras, pensar en el inframundo tan inhóspito como tú te lo imagines, y crear a los personajes que te acompañan de la manera que quieras.
Estas son las máximas expresiones que he encontrado de este concepto. Pero toda buena narrativa está plagada del correcto uso de la participación activa. El terror lo utiliza al dejar al monstruo fuera de cuadro para que tú te lo imagines y te revuelques en tu asiento con la anticipación de lo que vaya a saltar en pantalla. Las novelas policiales te invitan a que tú vayas descubriendo el misterio junto al detective. Sillent Hill esperaba que tú rellenaras los huecos dejados por la falta de grandes gráficos. En general, todas las narrativas ocultan información para que te enganches tratando de completar el rompecabezas.
Enganchándote a que participes activamente en el desenvolvimiento de la historia.
Por: David Ricardo Vázquez García
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