El Shakespeare de Hollywood
La #InvasiónDeGuionistas se complace en presentarles la primera entrega de esta serie de artículos titulada Guionistas Destacados.
En esta ocasión les hablaré acerca de uno de los guionistas de mayor relevancia en la historia de esta disciplina: Ben Hecht.
Te puede interesar: 3 libros que todo guionista debe conocer
El escritor neoyorkino fue conocido por su prolífica carrera: durante toda su vida llegó a participar en más de 100 libretos cinematográficos. Entre éstos, destacan los siguientes:
- Scarface (1932), la historia de un sanguinario gángster que escala posiciones hasta convertirse en capo. El relato es una adaptación de la novela homónima de Armitage Trail. Sí, Brian de Palma se basó en la misma narración para llevar a cabo la cinta protagonizada por Al Pacino en 1983.
- Lo Que El Viento Se Llevó (1939), donde Hecht se enfrentó a una situación muy particular: reescribir, prácticamente, el guion que Sidney Howard había escrito para la película (o al menos realizar numerosos tratamientos).
El neoyorquino tuvo que apegarse a las necesidades del productor, que pegó un grito en el cielo cuando revisó la enorme extensión del texto de Howard.
A pesar de la participación de Ben Hecht en el libreto adaptado (hay que recordar que la historia está inspirada en la novela de Margaret Mitchell), su nombre no aparece en los créditos finales.
Sidney Howard ganó el premio Óscar a Mejor Guion Adaptado por el libreto de la cinta.
- Notorious (1946), dirigida por Alfred Hitchcock. Además de ser una historia original de Hecht, el guionista afrontó con valentía la tajante censura del temido código Hays.
Entre las estrictas reglas se incluía la prohibición de besos apasionados. Se especificaba que éstos no podían durar más de 3 segundos, de otra forma serían considerados como provocativos.
En el libreto se puede encontrar un beso de declarada sensualidad entre Cary Grant e Ingrid Bergman que se interrumpe a lapsos por pequeños diálogos. Hitchcock realza el guiño en el rodaje y el roce de los labios derrocha pasión sin quebrantar las reglas o, mejor dicho, retorciendo el sentido de las mismas para ridiculizarlas.
- Underworld (1927), el primer guion escrito por Ben Hecht. Además de colocarlo como un gran prospecto para la industria, le valió para grabar su nombre en la historia del cine.
La primera edición de los premios Óscar se celebró en 1929; allí, Ben Hecht fue el merecedor del galardón a Mejor Argumento (lo que hoy se conoce como Mejor Guion Original) y se convirtió en el primer guionista en recibir el preciado reconocimiento.
Muchas más películas fueron escritas por el neoyorkino y otras cuantas se basaron en sus historias. Y es que Ben Hecht no sólo fue un extraordinario guionista, también incursionó en la literatura dramática y en la novela, lo cual lo llevó a ser conocido como “El Shakespeare de Hollywood”.
La última cinta basada en uno de sus textos fue Je Hais Les Acteurs (1986), dirigida por Gérard Krawczyk, quien retomó la historia de la novela homónima (I Hate Actors) escrita por Hecht en 1944.
Para concluir, les dejaré un regalo para que conozcan un poco más del trabajo de este guionista destacado. Se trata del link en donde podrán ver, completita, la película que lo llevó a ganar el Óscar en el ’29. Esto es… Underworld.
Por: Fernando Valdez
Síguenos en: @Filmadores